
- Riqueza perceptual: tienen apertura a diversas experiencias y gran tolerancia a la ambigüedad.
- Motivación: mayor motivación intrínseca, persistencia y flexibilidad.
- Orientación social: tendencia a al introversión, manifestando una alta independencia y autonomía, y mayor adopción de riesgos.
Estos síntomas pueden ir acompañados de una alta puntuación en indicadores de inestabilidad emocional, así como de otro tipo de desórdenes, como la depresión suicida o el abuso de sustancias.
Existe el tópico de relacionar creatividad y "locura". La mayoría de los estudios que han analizado las personalidades de los genios artísticos o científicos han encontrado porcentajes de psicopatología más elevados que en la población típica, (como Van Gogh, Dalí...) si bien las alteraciones más graves y destructivas como la psicosis o el suicidio estaban ausentes en ellos, aunque eran frecuentes entre familiares.
Catell, en un estudio realizado en 1955 sobre la creatividad en científicos y artistas, encontró que los rasgos comunes a ambas poblaciones eran fuerza del yo, inteligencia, esquizotimia, radicalismo, introversión, dominancia y autosuficiencia.
Recientemente, Eysenck (1995) ha propuesto un modelo que vincula la creatividad con una de sus dimensiones: psicoticismo. Existiría una propiedad del pensamiento denominada sobreinclusión, que alude a la dificultad para poner límites o controlar las asociaciones entre ideas, recuerdos e imágenes mentales.
Los psicóticos y los individuos altos en psicoticismo poseen esta característica en mayor medida que el resto de la población. La sobreinclusión se relacionaría con la ausencia de inhibición cognitiva, y ésta a su vez dependería de influencias de la dopamina y la serotonina en el hipocampo, con una importante base genética.
Esta cadena causal explicaría la aparición de la creatividad como rasgo; ahora bien, el que se produzca finalmente un rendimiento creativo va a depender también de otras variables como inteligencia, aspectos sociales y culturales, motivación, etc...
Sin embargo, que exista asociación entre la creatividad y la psicopatología no significa que todas las personas creativas vayan a sufrir este tipo de desórdenes.
Estos individuos son un ejemplo de cómo una supuesta vulnerabilidad psicológica puede a veces convertirse en una forma de funcionamiento óptimo.
Anaís Martínez Jimeno.
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